La multinacional DNV revela en una encuesta reciente que los consumidores están creciendo en conocimientos sobre la economía circular y su actitud hacia ella es generalmente positiva.
Sin embargo, se hace necesaria más legislación e innovación para generar mayor confianza en las empresas, de modo que éstas estén mas comprometidas.
«La concienciación es clave, pero el comportamiento posterior del consumidor, influido por el conocimiento que tiene, es crucial para hacer realidad la economía circular. En última instancia, es este conocimiento el que inspirará la acción del consumidor para participar en los esfuerzos de reciclaje o devolución o para probar productos o servicios circulares innovadores», afirma Luca Crisciotti, director general de Supply Chain & Product Assurance en DNV.
Según los resultados, el 35,8% no ha oído hablar de la economía circular.
Entre los que sí lo habían hecho, el 45% indicó que tenía un amplio conocimiento y participaba activamente. El conocimiento y el compromiso parecen ser mayores entre las generaciones más jóvenes, ya que más del 53% dijo que participaba activamente, mientras que solo el 32,4% en el grupo de mayor edad dijo lo mismo.
La mayoría de los consumidores, según reflejan los resultados, se informan a través de los medios de comunicación y de las redes sociales (60,9%), mientras que los debates políticos (26,8%) y los amigos (23%) se sitúan a cierta distancia. La información que procede directamente de fabricantes y proveedores fue mencionada solamente por 1 de cada 5 encuestados, lo que demuestra la importancia de que las empresas generen confianza con su mensaje.
«Los fabricantes y las empresas tienen que impulsar la transición a la economía circular. Sin embargo, esto no es posible sin la participación de los consumidores. Por lo tanto, hay que hacer más para llenar el vacío de información, garantizar que la concienciación de los consumidores sea prioritaria y proporcionar información validada y de confianza», afirma Luca Crisciotti.
Desde ya hace un tiempo los consumidores empiezan a tener en cuenta el impacto de sus decisiones con cada compra. Nada menos que el 48,1% afirma que compra productos con propiedades recicladas y el 62,9% prefiere comprar menos o recurrir a productos de segunda mano. De todos modos hay algunos aspectos que parecen influir, como los patrones de comportamiento, la educación y el poder adquisitivo. Los mayores de 55 años hacen más reparaciones que los más jóvenes, y éstos tienden a comprar más de segunda mano y a alquilar en lugar de ser propietarios. Esto podría reflejar una mezcla de las nuevas tendencias de la moda y la capacidad económica.
Además, los aspectos que más influyen en las decisiones de los consumidores a la hora de comprar productos de moda circular son: la información sobre la huella ecológica (49,1%), las condiciones laborales y de trabajo, la calidad del producto y las certificaciones, etiquetas verificadas y declaraciones de sostenibilidad validadas.
A pesar de estos marcadores, en cuanto a moda se refiere, las principales razones para elegir un producto circular siguen siendo el estilo y el precio, y La contribución a causas medioambientales y circulares ocupa el tercer lugar.
Es especialmente interesante preguntarle a los consumidores sobre las alternativas al plástico de un solo uso ya que la mayoría los considera como circulares y sostenibles.